"Pobre del alma humana con oasis sólo en el desierto de al lado"
Álvaro de Campos
*
- ¿Qué hace
usted todo el día?
- Me soporto.
*
Solo a los
niños y a los locos les perdonamos su franqueza: los demás, si tienen la
audacia de imitarlos, se arrepentirán tarde o temprano.
*
Están filmando:
la misma escena se vuelve a empezar
varias veces. Un transeúnte, seguramente provinciano, no sale de su
asombro: "Después de esto, nunca más iré al cine".
Se
podría reaccionar de la misma manera
frente a cualquier cosa cuyo secreto se haya penetrado. Sin embargo por
una obnubilación prodigiosa, los ginecólogos se encaprichan de sus clientes,
los sepultureros engendran niños, los incurables hacen abundantes proyectos,
los escépticos escriben......
*
Todo
pensamiento deriva de una sensación contrariada.
*
Una sola cosa
importa: aprender a ser perdedor.
*
El Occidente:
una podredumbre que huele bien, un cadáver perfumado.
*
En una escuela
vedantina moderna se enseña que el hombre que ha vencido completamente al
egoísmo, que ya no conserva ninguna huella de él, no puede durar más de
veintiún días. Ningún moralista
occidental, ni siquiera el más perverso, hubiera osado precisar algo tan
terrible, tan revelador sobre la naturaleza humana.
*
A causa de la
palabra, los hombres dan la ilusión de ser libres. Si hiciesen lo que hacen sin
decir una sola palabra, se les tomaría por autómatas. Al hablar se engañan a sí
mismos igual que engañan a los demás: si anuncian lo que van a llevar a cabo,
¿cómo pensar que no son dueños de sus actos?.
*
Habiéndome
levantado con serios proyectos en la mente, estaba convencido de que iba a
trabajar toda la mañana. Apenas me había instalado frente a la mesa y el
odioso, informe estribillo: ¿Qué has venido a buscar a este mundo? vino a
romper mi impulso. Y volví al lecho, como de costumbre, con la esperanza de
encontrar alguna respuesta, o más bien de volverme a dormir.
*
Este instante, mío aún, se desvanece, se escapa, se
hunde. ¿Voy a exponerme al siguiente?. Me decido: helo aquí, me pertenece y
está ya lejos. Desde la mañana hasta la noche, fabricar pasado.
*
Una emisión
radiofónica sobre los lobos, con ejemplos de sus aullidos. ¡ Que lenguaje! No
existe uno más desgarrador. Nunca lo olvidaré y me bastará en el futuro, en
momentos de gran soledad, acordarme de ellos claramente para tener el
sentimiento de pertenecer a una comunidad.
*
El telegrama
que acababa de recibir no terminaba nunca. Todas mis pretensiones y mis
insuficiencias estaban ahí. Aquel defecto apenas sospechado por mí estaba
designado, proclamado. Que penetración y que minuciosidad. Al cabo de la
interminable requisitoria, ningún indicio, ninguna huella que permitiera
identificar a su autor. ¿Quién podría ser y por que esa prisa y ese recurso
insólito? ¿Se le han dicho a alguien sus verdades con semejante rigor? ¿De
donde surgió ese justiciero omnisciente, ese inquisidor que no me otorga
ninguna circunstancia atenuante, ni siquiera la que se le reconoce al más feroz
de los verdugos?. También yo he podido fallar, también yo tengo derecho a
alguna indulgencia. Retrocedo ante el inventario de mis defectos, me sofoco, no
puedo soportar ese desfile de verdades...
¡Maldito envío!. Lo hago trizas, me despierto.
Cioran. "Del inconveniente de haber nacido."
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