domingo, 26 de marzo de 2017

La Rochefoucauld I

La mayoría de los hombres tienen, igual que las plantas, 
propiedades ocultas que el azar pone de manifiesto.




Es tan fácil engañarse a uno mismo sin darse cuenta como difícil engañar a los demás sin que se den cuenta.




Lo que distingue a las mentes despejadas es el dar a entender en pocas palabras muchas cosas, por el contrario los romos tienen el don de hablar mucho y de no decir nada.





La suerte y el temperamento gobiernan el mundo.





Nada más fácil que perdonar a nuestros amigos los defectos que no nos conciernen.





En la amistad, como en el amor, a menudo se es más feliz por las cosas que se ignoran que por las que se saben.





Apruebo en extremo las hermosas pasiones; son señal de grandeza del alma.





Hay algunos defectos que, bien manejados, brillan más que la misma virtud.





Sólo las personas que tienen fortaleza son capaces de obrar con verdadera humanidad.





La elegancia es al cuerpo lo que la agudeza a la mente.





La razón de que se combatan tan acerbamente las máximas que descubren el corazón del hombre es que se teme verse descubierto en ellas.





Solo deberíamos sorprendernos de que aún podamos sorprendernos.





La locura más sutil se hace con la más sutil de las corduras.





La fortaleza de los hombres juiciosos no es más que el arte de encerrar el propio desasosiego dentro del corazón.





El amor, igual que el fuego, no puede subsistir sin un movimiento continuo, y se extingue cuando se deja de esperar o temer.





Reflexiones o sentencias y máximas morales
La Rochefoucould
Editorial Edhasa.

Máximas escogidas por  Javier Recas en 
Relámpagos de lucidez. El arte del aforismo.
Ensayo. Biblioteca nueva

domingo, 23 de octubre de 2016

Bob Dylan I


Solo un peón en su juego


Una bala disparada desde un arbusto se llevó la sangre de Medgar Evers,

un dedo apretó un gatillo contra su nombre,

un tirador escondido en la oscuridad,

una mano encendió la chispa,

dos ojos fueron los que apuntaron

detrás del cerebro de un hombre,

pero no hay que culparlo:

él es solo un peón en su juego.



Un político sureño predica al

 hombre blanco pobre:

"Tienes más que los negros, no te quejes,

eres mejor que ellos, tú naciste con la piel blanca", le explican.

Y el nombre del negro

es usado, eso es claro,

en beneficio del político

que asciende a la fama.

Y el blanco pobre se queda

en un vagón del tren,

pero no hay que culparlo:

él es solo un peón en su juego.



Los diputados, los soldados, los gobernantes son pagados,

los comisarios y los policías reciben lo mismo

pero el hombre blanco pobre es usado por ellos como un instrumento.

A él se le enseñó en su escuela,

desde el principio y como regla,

que las leyes están con él

para proteger su piel blanca,

para alimentar su odio,

y así nunca pensar correctamente

sobre el entorno en el que se encuentra.

Pero no hay que culparlo:

él es solo un peón en su juego.


Desde las miserables chozas, él observa por las grietas de los caminos

y el ruido de los cascos resuena en su cerebro.

Y se le enseña a andar en pandillas,

a disparar por la espalda con el puño apretado,

a colgar y a linchar,

a esconderse bajo la capucha,

a matar sin remordimiento

como un perro encadenado.

Él ya no tiene un nombre,

pero no hay que culparlo:

él es solo un peón en su juego.


Hoy, Medgar Evers fue enterrado por la bala que lo cazó,

lo enterraron como a un rey.

Pero cuando el sol sombrío se fije sobre aquel

que disparó esa pistola,

este verá junto a su tumba,

que sobre una piedra eterna

está grabado junto a su nombre

su simple epitafio:

"Solo un peón en su juego".



Only A Pawn In Their Game


A bullet from the back of a bush took Medgar Evers’ blood

A finger fired the trigger to his name

A handle hid out in the dark

A hand set the spark

Two eyes took the aim

Behind a man’s brain

But he can’t be blamed

He’s only a pawn in their game


A South politician preaches to the poor white man

“You got more than the blacks, don’t complain.

You’re better than them, you been born with white skin,” they explain.

And the Negro’s name

Is used it is plain

For the politician’s gain

As he rises to fame

And the poor white remains

On the caboose of the train

But it ain’t him to blame

He’s only a pawn in their game

The deputy sheriffs, the soldiers, the governors get paid

And the marshals and cops get the same

But the poor white man’s used in the hands of them all like a tool

He’s taught in his school

From the start by the rule

That the laws are with him

To protect his white skin

To keep up his hate

So he never thinks straight

’Bout the shape that he’s in

But it ain’t him to blame

He’s only a pawn in their game

From the poverty shacks, he looks from the cracks to the tracks

And the hoofbeats pound in his brain

And he’s taught how to walk in a pack

Shoot in the back

With his fist in a clinch

To hang and to lynch

To hide ’neath the hood

To kill with no pain

Like a dog on a chain

He ain’t got no name

But it ain’t him to blame

He’s only a pawn in their game.


Today, Medgar Evers was buried from the bullet he caught

They lowered him down as a king

But when the shadowy sun sets on the one

That fired the gun

He’ll see by his grave

On the stone that remains

Carved next to his name

His epitaph plain:

Only a pawn in their game



Canción del álbum "The times they are a-chaning" (1963)

lunes, 14 de septiembre de 2015

Antonio Porchia (Voces)



Ser inferiores a otros lo aceptamos; ser iguales, no.




Y seguiré eliminando las palabras malas que puse en mi todo, aunque mi todo se quede sin palabras.




Todo es como los ríos, obra de las pendientes.




Por salvar lo que hemos sido, nunca llegamos a ser lo que somos.




Hoy no podría habituarme a cómo seré mañana; mañana sí.




Lo mío, cuando no puede ser igualmente de otros, no sé por qué es mío.




Todos mis pensamientos son uno solo. Porque no he dejado nunca de pensar.






Mi sed agradece un vaso de agua, no un mar de agua.





Y sigo matando lo malo que hay en mí, para seguir siendo un santo, un suicida o un asesino.




Dirán que andas por el camino equivocado, si andas por tu camino.



Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.



¿Por qué te pido tanto que me ayudes? Es que te estoy ayudando.




¿Qué diría (¿yo?) de la humanidad de hoy? Diría que las calles son amplias.




Desde hace mil años me pregunto ¿Qué haré ahora? Y aún no he podido responderme.




Viéndome me pregunto: ¿Qué pretenden verse los demás?




¿Y para qué debo arrepentirme de lo que he hecho, si no puedo dejar de hacer lo que hago, que es lo que he hecho?




¿Cómo he podido volver tantas veces aquí, sin moverme de aquí?




Lo que me digo, ¿Quién lo dice?¿A quién lo dice?





¿Lo nada o lo como nada? Lo nada. Porque lo nada me da soledad y lo como nada no me da nada. Ni soledad.





Cuando me voy estoy lleno de lo que no se va y cuando no me voy estoy lleno de lo que se va. Pero cuando me voy ¿Qué se va? Y Cuando no me voy ¿Qué no se va?




¿Esto he sido yo? Y yo, ¿Qué he sido?





Y si esta dolorosa tarea del alma no cumple nada, porque nada parece cumplir, ¿para qué me habrá sido dada a cumplir esta dolorosa tarea del alma? ¡Quien sabe!





Se ha derrumbado todo. ¿Y era necesario que se derrumbara todo, para derrumbarme yo? ¡Que tontería!





¿Habría este buscar eterno si lo hallado existiese?





Antes de aquello, ¿qué hubo? Y después de aquello, ¿qué hubo? Y aquello, ¿qué fue?





¿Por qué vuelves otra vez, mañana?





Nada. Nada. Nada. Y, ¿por qué no es nada también el corazón?






Y si todo es por esto y para esto, ¿por qué no es solamente esto, todo?


Voces Reunidas. 
Antonio Porchia. 
Editorial Pretextos.


domingo, 14 de septiembre de 2014

PROFESORES DE SALDO



Septiembre 2014

Vídeo parodia de las condiciones que sufren los profesores interinos de Secundaria de la Comunidad de Madrid. El 30 de junio se echa a la calle a todos los interinos. A inicios de septiembre se les coge por unos días (de 2 a 4) para poner y corregir los exámenes de septiembre y luego se les vuelve a enviar al paro.