lunes, 14 de septiembre de 2015

Antonio Porchia (Voces)



Ser inferiores a otros lo aceptamos; ser iguales, no.




Y seguiré eliminando las palabras malas que puse en mi todo, aunque mi todo se quede sin palabras.




Todo es como los ríos, obra de las pendientes.




Por salvar lo que hemos sido, nunca llegamos a ser lo que somos.




Hoy no podría habituarme a cómo seré mañana; mañana sí.




Lo mío, cuando no puede ser igualmente de otros, no sé por qué es mío.




Todos mis pensamientos son uno solo. Porque no he dejado nunca de pensar.






Mi sed agradece un vaso de agua, no un mar de agua.





Y sigo matando lo malo que hay en mí, para seguir siendo un santo, un suicida o un asesino.




Dirán que andas por el camino equivocado, si andas por tu camino.



Sin esa tonta vanidad que es el mostrarnos y que es de todos y de todo, no veríamos nada y no existiría nada.



¿Por qué te pido tanto que me ayudes? Es que te estoy ayudando.




¿Qué diría (¿yo?) de la humanidad de hoy? Diría que las calles son amplias.




Desde hace mil años me pregunto ¿Qué haré ahora? Y aún no he podido responderme.




Viéndome me pregunto: ¿Qué pretenden verse los demás?




¿Y para qué debo arrepentirme de lo que he hecho, si no puedo dejar de hacer lo que hago, que es lo que he hecho?




¿Cómo he podido volver tantas veces aquí, sin moverme de aquí?




Lo que me digo, ¿Quién lo dice?¿A quién lo dice?





¿Lo nada o lo como nada? Lo nada. Porque lo nada me da soledad y lo como nada no me da nada. Ni soledad.





Cuando me voy estoy lleno de lo que no se va y cuando no me voy estoy lleno de lo que se va. Pero cuando me voy ¿Qué se va? Y Cuando no me voy ¿Qué no se va?




¿Esto he sido yo? Y yo, ¿Qué he sido?





Y si esta dolorosa tarea del alma no cumple nada, porque nada parece cumplir, ¿para qué me habrá sido dada a cumplir esta dolorosa tarea del alma? ¡Quien sabe!





Se ha derrumbado todo. ¿Y era necesario que se derrumbara todo, para derrumbarme yo? ¡Que tontería!





¿Habría este buscar eterno si lo hallado existiese?





Antes de aquello, ¿qué hubo? Y después de aquello, ¿qué hubo? Y aquello, ¿qué fue?





¿Por qué vuelves otra vez, mañana?





Nada. Nada. Nada. Y, ¿por qué no es nada también el corazón?






Y si todo es por esto y para esto, ¿por qué no es solamente esto, todo?


Voces Reunidas. 
Antonio Porchia. 
Editorial Pretextos.